La Educación en Casa
por Kathleen McCurdy
¿Qué es la educación en casa?
Pese a que la mayoría de la gente en países desarrollados ha
recibido su educación en las aulas de algún colegio, es quizás sorprendente
saber que hay algunos ahora que rechazan ese modo de aprender. ¿Es posible que
una madre, carente de una preparación pedagógica, esté sin embargo calificada
para enseñar a sus hijos? Muchos sostienen que los niños educados con estas
metodologías, poseerán una deficiencia de socialización. Existen personas que
nos preguntan cómo es posible tener siempre a nuestros hijos junto a nosotros,
en vez de disfrutar de su ausencia mientras van a la escuela.
La verdad es que la educación no se trata de lo que se
enseña, sino de lo que se aprende. Pero como hay muchos que obtienen el
sustento mediante la profesión pedagógica, hace ya siglos que se piensa que
todo lo que se sabe tiene que haberse aprendido mediante la educación formal.
Sin embargo, quienes enseñan a sus hijos en casa se han dado cuenta de que
ellos aprenden a todas horas, a la vez en forma sistemática y esporádica, pero
en todo caso muy eficientemente. Más aun, en el hogar los niños disfrutan de
las atenciones individualizadas de sus padres, quienes no tienen necesidad de
adelantarlos o retrasarlos según el ritmo de aprendizaje de algún grupo, como
en los tradicionales cursos escolares.
Todos los padres, que cuentan con habilidades comunes
(caminar y hablar, por ejemplo) ya han compartido con sus hijos muchas de esas
habilidades antes de mandarlos por primera vez a la escuela. Solamente mediante
su ejemplo y asistencia, han compartido habilidades tales como el vestirse,
alimentarse, saludar a otros, y muchas otras destrezas casi sin darse cuenta.
¿Porqué pensar que, al llegar a la edad escolar los padres repentinamente van a
perder la habilidad de compartir su conocimiento con sus hijos? El acto de
mandarlos a la escuela los aleja de la influencia paternal y cede a la maestra
la responsabilidad por su crecimiento intelectual. De hecho, los niños ya no
responden tan efectivamente al ejemplo de los padres, teniendo otras autoridades
(los profesores) a quienes tener en cuenta.
¿Cuáles son los motivos para aprender en casa, en vez de la
escuela?
Quizás al principio los padres piensan en retirar a los
hijos de la escuela al encontrarse con algún problema. Posiblemente el niño es
tardío en desarrollarse y todavía necesita ayuda individual. La maestra no
puede estar siempre a su lado y por lo tanto el pequeño estudiante va
atrasándose más y más en su aprendizaje, hasta quedar retrasado de los demás
escolares y con ello avergonzado y desmotivado. O puede ser que es un niño muy
adelantado, ya comprende la materia y se queda ocioso esperando mientras la
maestra repasa la lección con los otros en la clase. Mientras tanto, de
aburrido que está, se pone travieso y comete alguna maldad. Si estuviera más
estimulado intelectualmente, no
encontraría motivo para la picardía.
Otras razones que se presentan para consideración a los que
se interesan en enseñar a los hijos pueden ser: La oportunidad de incluir una
filosofía o sistema de creencia en conjunto con los demás estudios; El deseo de
proteger a los niños enfrentados a las drogas, inmoralidad, y aún las armas que
han aparecido en algunas escuelas; Una necesidad, ya sea por alguna enfermedad
o alergia, de apartarlos del grupo; Casos de estar siempre de viaje (militares
o misioneros) o empeñados en algún deporte u otro talento requiriendo mucho
enfoque durante el año entero.
Hay una razón más importante que todas las demás. Se trata
de padres que aman mucho a sus hijos y quieren compartir con ellos la vida,
inclusive los estudios. Si yo les enseñé a caminar, y aprendieron conmigo a
conversar, a decir 'por favor' y 'gracias', y un millar de otras capacidades
¿qué motivo hay para mandarlos lejos a aprender a leer y a contar? cuando yo ya
poseo tales habilidades y se los puedo compartir a ellos también.
El propósito no es hacer competencia con las escuelas ni
inventar una nueva forma de instruir a los niños. En cambio, queremos retornar
al sistema inicial cuando los padres tenían la completa responsabilidad para la
educación juvenil. Aquellos padres y madres que ya están dedicados a facilitar
el desarrollo físico, intelectual y espiritual de sus hijos tendrán los mejores
éxitos en esta tarea, especialmente al aprender a despojarse de la mentalidad
escolar y dejarse desarrollar un sistema más natural.
Para aquellos padres ya acostumbrados a desprenderse de sus
hijos lo más pronto posible, enviándolos a jardines de infantes y parvularios,
les será difícil comprender de qué se trata esto de la educación en casa. Así
como en años pasados cuando se les decía a las madres que les dieran a los
chicos la leche en botella, en preferencia al alimento más natural para los
bebés, se equivocaron. Ahora sabemos que no solamente la salud pero también el
cariño y la conexión espiritual entre la madre y el hijo queda afectado por la
decisión en cuanto al modo de alimentarlo. Y así es también más natural y
saludable que los niños aprendan en el hogar e imiten a sus seres más queridos.
¿Serán socializados los niños que aprenden en casa sin
asistir a la escuela?
Los padres que sacan a los hijos de la escuela para
educarlos en casa tendrán que enfrentar muchas preguntas en cuanto a ello. Los
amigos y vecinos pensarán que no están calificados para enseñar a los niños. A
los parientes les parecerá extraño, y quizás los abuelos se quejarán de que
"la escuela te sirvió a ti; ¿por qué lo vas a rechazar para tus
hijos?" Pero lo que más les preocupa es la duda de que los niños nunca van
a aprender a jugar con otros o a comportarse adecuadamente.
La verdad es que las habilidades sociales se aprenden de los
padres. Si los niños están todo el día en la escuela, no tienen mucha
oportunidad de imitar a los adultos. Están siempre imitando a otros niños y es
realmente una maravilla cuando logran conseguir un poco de madurez social. En
cambio los niños educados en casa demuestran una sensibilidad social asombrosa.
Pero para algunas autoridades, la pregunta en cuanto a la
socialización tiene otro sentido: ¿Cómo aprenderán a estar sujetos a las
autoridades? Y ¿cómo lograrán conformarse si no son presionados por sus
compañeros? Es posible que este sentido de la socialización tiene más que ver
con el socialismo y la respuesta puede ser: Nuestros hijos serán
individualizados, en vez de socializados. Sabrán hacer decisiones por su cuenta
en vez de hacerlos según el dictamen de lo popular. Honrarán a las autoridades
propiamente constituidas, en vez de llegar a ser conformistas. En realidad, los
niños son socializados en la familia y es allí donde aprenden a vivir en una
sociedad y a ser responsables.
¿Podemos compartir el entusiasmo para aprender?
Hay muchos padres que ya no se sienten entusiasmados para
aprender. Habiendo luchado por años en sus estudios escolares, siempre
esperando el día de concluir tal empeño, por fin lograron "completar"
sus estudios y salir a comenzar a vivir. Pero después se dan cuenta de que
tendremos que seguir aprendiendo por toda la vida. Sin embargo, ahora lo que
aprendemos se trata de lo que nos interesa, de lo que nos es útil. Quizás nos
ha tocado aprender a manejar un automóvil, o ubicar las señales en el
televisor. La madre aprende alguna receta para variar la comida, el padre se
interesa en alguna nueva idea política. Puede que uno se interesa en
desarrollar una habilidad deportiva o aprender algo en cuanto a la salud o las
artes o cualquier otra cosa.
Si hacemos una lista de cuanto conocemos, veremos que la
mayoría fue aprendido fuera del colegio. Y si hacemos otra lista de lo que nos
gustaría aprender, veremos que en muchos casos solamente tenemos que hacer
preguntas, o leerlo en algún libro, o simplemente observar a uno que ya lo sabe
hacer. ¿No sería razonable permitir que nuestros hijos aprendieran de igual
modo? La verdad es que al compartir nuestros intereses con ellos, tendrán la
oportunidad de conocer la manera más óptima para el aprendizaje.
Por ejemplo, digamos que la madre está interesada en la moda
de Francia. Se afana por revisar las revistas de moda, siempre haciendo
comentario en cuanto a ellas, y su hija nota que hasta se puede suscribir para
recibirlas en casa. Ahora, cuando la hija comienza a tomar interés en los
cantantes folklóricos, digamos, ella va a averiguar si hay revistas en cuanto a
ello. Ya está aprendiendo a hacer trabajo de investigaciones simplemente
observando a la madre. Cuando nosotros seguimos aprendiendo y estudiando las
cosas que nos interesa, nuestros hijos tendrán un ejemplo de lo que es
realmente importante para ellos: Seguir aprendiendo es para toda la vida.
muy pero muy bueno me encanto l INCICItivA chicas gracias pro ompartir su conocimiento y sabiduria, su experiencia para con las que recien estamos entendiendo y empezando a hacer esto, les deseo que siempre sigan adelante gracias proque es un aliento para continuar en el dia a dia...besos
ResponderEliminarangie
Gracias Angie! Anhelamos que este espacio sea de ayuda y una compañía para muchas mamas que recién comienzan y que no están muy acompañadas como vos en este tiempo de comienzo, esperamos tenerte pronto entre nosotros!
ResponderEliminarmuchas gracias por tus palabras Angie!
ResponderEliminarExcelente artículo!!! Muy claro, conciso, profundo y motivador! Muchas gracias!!
ResponderEliminarValeria
Gracias Valeria!!!!!
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